En el mercado inmobiliario existen diferentes opciones para adquirir una vivienda nueva y una de las opciones que mayor fuerza ha tomado es comprar vivienda nueva con un leasing habitacional. Está opción, en términos generales, funciona como un contrato de arriendo que adquiere el comprador de la vivienda con una entidad financiera, de tal manera que, al terminar dicho contrato, tiene la opción de comprar el inmueble.
Esta modalidad tiene varias ventajas frente a un crédito hipotecario, y en este artículo hablaremos de algunas de ellas, para que vea cómo con esta modalidad su sueño de tener vivienda nueva puede estar mucho más cerca de realizarse.
El porcentaje que se puede financiar con el leasing habitacional es del 80% del valor de la vivienda. Con el crédito hipotecario solo se puede financiar 70% de dicho valor. Lo cual es una gran ventaja ya que se reduce en un 10% el valor que tendría que tener ahorrado la familia que desee adquirir una vivienda nueva.
El leasing habitacional se encuentra exento de impuesto de timbre desde que el arrendatario opte por la opción de compra. Esto se da porque el inmueble es, hasta que se dé la opción de compra, de propiedad del banco. Esto también garantiza un ahorro importante para las familias y un impulso importante para que opten por esta excelente alternativa.
Los usuarios que opten por esta opción para adquirir vivienda nueva pueden ceder el contrato del inmueble en el momento que lo decidan, sin que esto les implique gastos extras por escrituras o registros. Asimismo, cuando se hace uso de la opción de compra solo se deben asumir gastos de escrituración por la compraventa.
El inmueble es inembargable durante el contrato que se establezca para el leasing. Esto también se da porque el inmueble es propiedad del banco mientras los usuarios del leasing optan por la opción de compra.
Las personas naturales pueden acceder a beneficios tributarios, como la disminución de la retención de la fuente, ya que el valor de los intereses o costo financiero es un gasto deducible. Esto se da porque el leasing funciona con un contrato de arrendamiento operativo lo que quiere decir que el usuario que adquiere el leasing no registra en su contabilidad ni activo, ni pasivo.
Las personas que escojan esta modalidad para financiar la compra de una vivienda nueva, suscribirán un contrato con la entidad financiera por un plazo de hasta 20 años y tendrán que hacer un aporte inicial del 20% del valor de la vivienda. La taza de financiación que se escoja varia, dependiendo si esta se hace en pesos o UVR.
Como puedes ver, las ventajas que da esta opción financiera son bastante amplias y son una excelente alternativa para que las familias que están pensando en adquirir una vivienda nueva puedan hacerlo con las mejores condiciones del mercado.